Que dulce era tu compañía, cuando con solo tu recuerdo me llenaba
Que exquisita era tu piel, cuando el deseo nos doblegaba
Que tibias eran tus caricias, cuando con tu mirada me tocabas
Que cortas eran las horas, cuando por días conmigo estabas..
Que cruel es el destino, hoy el silencio es mi único testigo…
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