Me seduces,
con tus labios húmedos,
saboreando la miel de mi boca.
Me provocas,
con tu sonrisa cautiva,
palpitando los latidos de mi corazón.
Me envuelves,
con tus suspiros,
agitándolos entre los míos.
Me invades,
con tus labios sedientos,
bebiendo del néctar de mis poros.
Me hechizas,
con tu profunda mirada,
abrasando mis ojos.
Me atrapas,
con tus brazos,
embriagándome de tu ser.
Me liberas,
con tus manos ardientes,
alimentándome de suaves caricias.
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